Encontraremos un camino; y si no, lo crearemos

Encontraremos un camino; y si no, lo crearemos

Datos personales

Mi foto
Una loca de la vida.

19 de mayo de 2011

Los pequeños placeres de la vida:





Aquellos que te hacen perder la cabeza,
que te emocionan,
te sacan una sonrisa,
hacen que se te escape una lágrima de felicidad,
te pone la piel de gallina,
te hacen gritar de euforia,
te alegran el día,
se sonrojan tus mejillas,
te hacen ver la vida de otro color





Una caricia, una mirada, un gesto, un beso,


Una canción, una película, un objeto, un recuerdo,


Un sueño, una ilusión, una palabra, un sentimiento...







Son tantas cosas las que te pueden hacer feliz. Y como dice aquel dicho "Los mejores perfumes vienen en frascos pequeños

Podría esperar aquí sentada y ahogar mis penas pero prefiero salir y pasar de todo..Podría pensar que lo que he hecho está mal pero prefiero pensar que fue un desliz y que nunca más volverá a pasar

TE ODIO

Te odio por haberte conocido, por ilusionarme, por hacerme feliz… Te odio por cada palabra, por todos tus te quiero… Te odio por todas las veces que me dijiste “quiero tenerte siempre”… Por cada sonrisa, por cada caricia, por el primer beso, por cada beso, por el último beso… Te odio por todas las veces que me dijiste que me habías olvidado… Te odio por irte con ella… Te odio por seguir queriéndome, por seguir llamándome… Te odio porque estando tan cerca estás tan lejos… Te odio por tus gestos, por tu forma de hablar, por tu manera de mirarme… Te odio cada vez que me dices “lo siento”… Te odio por enseñarme a amar… por no enseñarme a olvidar… Pero sobre todo me odio a mí… Me odio por dejarme engañar, por ser tan ciega, por perdonarte… Me odio por creerte cada palabra, por haberme enamorado… Haberme enamorado de ti… Me odio por seguir cogiéndote el teléfono, por seguir llamándote… Me odio por no tener fuerzas para decirte que salgas de mi vida… Me odio por no querer olvidarte, por soñar contigo cada noche… Me odio porque eres en lo primero en lo que pienso al despertar… Me odio por dejar que tu corazón traicionero me robe las sonrisas, esas que, aunque fingidas, hacen creer al mundo que puedo vivir sin ti.